¿A quién me junto en clase cuando no conozco a nadie?
Claro, no es para reírse… y menos en un país extranjero, y si llego a las primeras de cambio y me junto con el fulano que huele mal y nadie se acerca a mí el resto del curso, o si me siento con los macarras que van dando palizas y robando el bocadillo al que huele mal? (Bueno, de la otra forma tb hubiese perdido el bocadillo) Nadie ha reparado en eso, eh? =) Pues bien, mi primer día de “cole” decidí autistarme para observar el percal, al fin y el cabo los Erasmus tenemos el beneficio de la duda durante los primeros días, después ya pasas a ser un rarito como todo hijo de vecino que se siente solo.
Claro, te sientes observado porque todo el mundo se saluda y te miran con extrañeza, -No pasa nada, Jonatan, aguanta el tirón, q solo es el primer día- pensaba yo para mis adentros. Visto un poco el ambiente, el segundo día decidí pasar al ataque y me presenté a un par de tíos que parecía que se llevaban con todos y tampoco parecían unos "frikis" de las mates, (otra especie muy peligrosa, por cierto) Y ellos poco a poco me han ido presentando a todos sus colegas y ya no me siento solo en clase. La peña choca conmigo y todo!! Yuhuuu!!!
En cuanto a las clases, fenomenal!! Entiendo todo lo q explican, si… si… diréis – Si son matemáticas…- ¿Qué creéis, que los matemáticos no hablamos durante las clases?... ¿Verdad, "apañeros"? También he descubierto que el sentimiento que provocamos las personas que estudiamos matemáticas se refleja de la misma manera estés donde estés, es algo intrínseco a nuestros estudios y linealmente independiente del país y del idioma (ji ji): Todo el mundo frunce el ceño y resopla. -Bueno hombre, que no os he hecho nada…-